Título:
Maldito síndrome de Estocolmo
Autora:
Carmen Sereno
Páginas:
392
Editorial:
Principal de los libros
Sinopsis:
Ana
empieza a trabajar en Laboratorios Grau, una multinacional farmacéutica. Su
jefe, Eric Grau, un hombre alto y atractivo al que todo el mundo llama Iceman,
tiene fama de ser arrogante y despiadado, además de un auténtico depredador
sexual. Al principio, la relación entre ambos es muy tensa, pero, poco a poco,
la joven descubrirá que su implacable jefe no es el hombre de hielo que todos
creen.
¿Podrá Ana resistirse al síndrome de
Estocolmo que Eric despierta en ella?
Recuerdo la
primera vez que escuché hablar de este libro, fue en VIII Encuentro RA. Allí su
autora, Carmen Sereno, nos habló de su amor por Estocolmo y de cómo había sido
publicar su primer libro. Intenté prestar atención a sus palabras, pero a mi
alrededor se escuchaban murmullos sobre la sinopsis del libro: que si la protagonista
se llama Ana, como la de Grey; que si el protagonista se llama Eric y le apodan
Iceman, como en el libro de Megan; bla bla bla. Pero en mi cabeza solo rondaba
un pensamiento: «Ha ganado el premio Chic, debe tener algo especial. Tengo que leerlo». Y en cuanto he tenido ocasión
me he sumergido entre sus páginas.
A todos los que habláis sin saber, un consejo:
leedlo y después me decís si seguís pensando igual.
Si
vais con la imagen preconcebida de que Ana va a ser una virginal joven que se
va a someter a los deseos de Eric, os vais a estrellar con todo el equipo. Ana
es joven, sí, y como tal, disfruta de la vida y de los hombres. Sí, habéis
leído bien: de los hombres, por tanto, creo que es obvio, pero lo diré: no, no
es virgen e inocente.
Y
llegamos a Eric. Que está bueno es más que obvio, Carmen nos ha hecho volar la
imaginación con ese dios nórdico que nos describe en el libro, pero no tiene
traumas y no es un hombre que somete a las mujeres.
Vale,
y aclarados estos dos puntos (que veo muy necesarios por todo lo que se habla)
voy a lo que nos interesa.
Tenía
la intuición de que me iba a gustar y así ha sido. Creo que Carmen se ha
arriesgado mucho al narrar su primera novela con una de las voces más
complicadas que hay a la hora de escribir, en primera persona en presente, pero
ha sido todo un acierto y ha sabido llevar muy bien la historia. En ningún
momento ha entrado en descripciones excesivas que aburren al lector, cuenta lo
que necesitas saber en cada momento. Ha conseguido que me meta en la lectura
desde el principio haciéndome perder la noción del tiempo y de lo que sucedía a
mi alrededor. Cuando un libro engancha, desde mi punto de vista es porque es
bueno, y este me ha tenido pegada a sus páginas hasta que lo he terminado.
Además
de hacernos vivir una historia de amor, Carmen toca temas muy de actualidad,
consiguiendo dar mayor credibilidad a los personajes y a las distintas
situaciones que enfrentan. Porque no todo va a ser de color de rosas, tendrán
que enfrentarse no solo al mundo, sino a sus propios prejuicios.
Carmen
Sereno ha dejado el listón muy alto en su debut, un texto con una narrativa muy
cuidada y un ritmo continuo que no decae en ningún momento, en el que reiremos,
lloraremos, nos enfadaremos, pero sobre todo nos enamoraremos. Y estoy segura
de que la continuación será aún mejor.
Me
quedo con una frase que me llegó al corazón:
«Creo que necesitaría al menos tres vidas para explicarte todo lo que me haces sentir y tres más para demostrártelo».
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