Eva
Zamora es una madrileña a la que desde niña le apasionó la literatura, pero
nunca se atrevió a dar el paso de escribir hasta hace unos años. Aunque lee más
géneros, reconoce que tiene predilección por la intriga y el suspense, pero sin
alejarse de la sensibilidad y exploración de los sentimientos, sin olvidarse
del amor. Actualmente tiene publicadas cuatro novelas con Imágica Ediciones,
bajo el sello Imágica Romántica: “La
esencia de mi vida” (2014), “Todo por
Daniel” (2015), “Perdida en mi
desconfianza” (2016) y “Lo que oculta
la verdad” (2017).
Cotorras Lectoras:
¿Cómo y qué te hizo ser escritora?
Eva Zamora:
En realidad fueron dos hombres los que me motivaron a escribir. El primero fue
el gran Gustavo Adolfo Bécquer. Yo tenía nueve años cuando leí su famoso “Rimas
y leyendas”, él me llevó a amar la literatura y a fantasear con escribir,
aunque nunca pasé de crear algún que otro poema y de narrar relatos cortos. El
segundo fue alguien mucho más cercano a mí, mi hijo. Él empezó a escribir su
primera novela con solo doce años y yo le ayudaba con ideas, correcciones y
demás. Mi hijo se dio cuenta de lo mucho que me apasionaba crear y me animó a
zambullirme en la escritura. Entonces tenía cuarenta años y me dije: “Es ahora
o nunca”, y me lancé. Siempre digo que he sido una escritora reprimida, por
distintos motivos nunca me atreví a plasmar en papel todas las historias que no
dejaban de fraguarse en mi mente. Pero bueno, como se suele decir, más vale
tarde que nunca, y desde entonces no he parado de escribir.
CL:
Tus libros son del género thriller romántico. Cuéntanos desde el primer libro
que escribiste hasta ahora, lo qué te ha aportado la escritura.
Eva:
La escritura me ha aportado mucho, se ha convertido en una necesidad para mí,
es mi oxígeno, además me ha enriquecido a muchos y diversos niveles. En estos
momentos no puedo ni quiero imaginar mi vida sin escribir, sin inventar
personajes y tramas en las que enredarlos. Quizá haya gente que no entienda
esta necesidad de la que hablo, pero los que escriben me comprenderán
perfectamente, y de seguro que los lectores también.
CL:
¿Llevas bien las críticas de los lectores y de los blogueros? O simplemente haces
como algunos escritores, si las hay buenas o malas, no las lees, que opinen lo
que quieran.
Eva:
Desde mi punto de vista considero que hay que tener en cuenta las críticas,
tanto las buenas como las malas, porque de todo se aprende y te ayudará a
crecer como autor. Aunque tampoco es cuestión de obsesionarse con ellas, como
es obvio. Eso sí, hay que diferenciar entre una crítica negativa o una
destructiva. La primera te va a hacer reflexionar porque te dará razones de su
opinión, de seguro que tras analizarla sacas algo de provecho que te haga
mejorar. Sin embargo, la segunda, difícilmente te va a aportar nada, pues normalmente
solo van a ocasionar daño y, por regla general, les faltan argumentos para
sustentar tal opinión.
CL:
Tienes varias novelas, ¿con cuál te sentiste más a gusto escribiendo y por qué?
Eva:
Tengo cuatro novelas publicadas, pero en realidad he escrito siete y tengo a
medias la octava. Con todas he disfrutado mucho, muchísimo, así que no puedo
decirte con cuál me he sentido más a gusto. Lo que sí te puedo contar es de
cuál me costó más despedirme, fue de “Perdida en mi desconfianza”. Debo
reconocer que decir adiós a Cris y a Marc, sus protagonistas, me llevó lo suyo.
“Perdida en mi desconfianza”, a pesar de ser mi tercera novela publicada, en
realidad fue con la que me lancé a escribir, mi primera obra; quizá por ese
motivo me costó desprenderme de ellos. Fíjate si los echaba de menos que los
incluí de forma fugaz en la segunda que escribí “La esencia de mi vida”,
aparecen en el capítulo final.
CL:
Se dice que cada escritor deja un poquito de él en sus obras, hechos,
vivencias, sentimientos… ¿Qué hay de ti en tus novelas?
Eva:
Es inevitable dejar algo de ti en cada novela, aunque no suele ser mucho, al
menos en mi caso, pues en bastantes ocasiones también elijo todo lo contrario a
mí, a mis emociones y vivencias. Pero desde luego que algún gusto personal
puede ir, o formas de hablar, incluso sentimientos que tú vivirías así. Por
ejemplo, algo muy mío que aparece en cinco de mis siete novelas escritas es el
mar. ¿Por qué? Porque yo soy una enamorada de la costa, y por ese motivo
distintas playas aparecen en mis obras. Es más, en una novela que aún no he publicado,
la palabra “mar” forma parte del título. Adoro esa masa de agua salada y la
fina arena que recibe a sus olas, no tengo remedio, jajaja.
CL:
Tu última novela: Lo que oculta la verdad, ¿de qué trata? ¿qué se van a
encontrar los lectores en ella?
Eva:
Es una novela en la que predomina el suspense, con la que el lector desconfiará
de todos sus personajes porque nadie es lo que parece, además tiene un giro muy
inesperado al final. La novela comienza cuando la detective Úrsula Grechi
despierta en el hospital, víctima de una violenta agresión con la que pierde la
memoria. La trama lleva dos vías, por un lado, Úrsula va recobrando sus
recuerdos y se da cuenta de que no le gusta la mujer que es, pues arrastra con
ella un gran sentimiento de culpabilidad que ha condicionado su vida. Por otro
está la investigación que llevan a cabo sus compañeros para dar con su
asaltante, y que se encuentra bastante estancada por falta de pruebas. Descubrir
quién y por qué intentó matar a la protagonista sorprenderá a los lectores. Como
sabéis me gusta aunar en mis novelas intriga, amor y pasión, y “Lo que oculta
la verdad” es una obra que está repleta de esos ingredientes y de muchos más.
Su trama os mantendrá en tensión desde las primeras páginas hasta el fin.
CL:
Una frase de ti que siempre te aporta seguridad y optimismo, para darte apoyo a
la hora de escribir.
Eva:
Bueno, cuando alguna vez he tenido un día menos fructífero o creativo, o se me
ha atragantado una escena y no avanzo ni queriendo, siempre suelo decir: ¿Te
crees tú que vas a poder más que yo? ¡Ja, pues lo llevas claro! ¡Vamos, Eva,
qué tú puedes con ello! Y yo solita me animo, jajaja. Además tengo un lema, aunque
le aplico a mi vida en general: Tirar la toalla no es opcional y marcha atrás
ni para tomar impulso.
CL:
Gracias Eva, por querer responder a nuestra entrevista y que los lectores
puedan saber un poquito de ti.
Eva:
Gracias a vosotras por acercarme a los lectores, ha sido un placer.
Me ha encantado conocerte un poco más.
ResponderEliminarMe gustaría hacerte unas preguntas: De todos tus libros, ¿siempre tienes claro el final de tus libros? ¿Cómo surgen los títulos? ¿Te cuesta mucho decir adiós a tus personajes cuando comienzas una nueva novela? Por último, me encantaría que nos contases alguna anécdota divertida sobre tus novelas.
Hola, Kris, buenos días y perdona la tardanza en contestarte. Te respondo en orden, cuando me nacen ideas para una nueva novela, normalmente, tengo claro el principio y el final. Pero los personajes crecen a medida que avanza la obra, muchas veces ellos mismos llevan a mis dedos para escribir lo que les sucede, así que el final puede variar, aunque la base principal no, pero aumentarán los matices y muchos detalles que en principio no pensé.
EliminarLos títulos surgen en función de lo que voy a tratar en la novela. Una vez empieza a germinarse en mi cerebro, en esa gestación de idea inicial y genérica con la que voy visualizando la historia, selecciono la esencia de la obra y fraguo el título.
Sí que me cuesta decir adiós a mis personajes, pero creo que eso le ocurre a cualquier escritor. Al fin y al cabo pasan mucho tiempo en tu cabeza, formando parte de tu vida durante todo el proceso creativo y de corrección. Aunque, como he dicho en la entrevista, de los que más me costó despedirme fue de Cris y Marc, de los primeros.
En cuanto a anécdotas divertidas, debo reconocer que yendo a ferias me han pasado bastantes cosas y de todo tipo. Con la que más me reí (y aún lo sigo haciendo porque me pareció una situación surrealista) sucedió esta primavera. Una señora se acerca a la caseta de la editorial, mira mis tres novelas, coge una de ellas, lee la sinopsis, abre el libro y ve en la solapa mi foto, me mira a mí y dice: "¡Anda!, pero si eres tú y estás aquí. ¡Qué alegría! Pero si te vi en la tele el otro día". Yo le digo a la señora. "Creo que se está equivocando". Y ella me contesta: "Sí, hombre, ni aunque yo fuera tonta. Que te vi a ti, en el programa de Página dos, no te hagas la modesta". Y de repente empieza a llamar a una amiga que estaba en la caseta de al lado, viene la mujer y ella le cuenta lo mismo que a mí, pero su amiga no vio el programa ese día. Total, que ante su insistencia en decir que me había visto en la tele, la cual no me dejó rebatir, terminé callando; no había forma de convencerla de lo contrario. Su amiga y ella se llevaron una novela cada una, distintas para intercambiárselas, y se hicieron una foto conmigo. Al día siguiente regresé a firmar por la tarde, y la señora volvió para decirme que hasta su hijo también le había confirmado que era yo la que vieron en el programa de la tele. Imagínate como estaba yo, alucinando en colores... Y para finalizar me dice: "Eres muy guapa, pero no seas tan humilde, que eres escritora. Si has salido en la tele, pues has salido, ya está". No puedes imaginar el cachondeo que nos traemos mi editor y yo con esto cada vez que lo recordamos, jajaja. ¿Surrealista o no, Kris?
Muchas gracias por tus preguntas.